Agustina de Aragón, o como se llamaba realmente, Agustina Saragossa y Doménech representó un personaje paradigmático en el contexto de la Guerra de la Independencia. Símbolo de la resistencia contra la ocupación francesa, un instante heroico le proporcionó la fama, bien aprovechada por Palafox, que la encumbró como ejemplo de la numantina defensa de Zaragoza. Esta catalana tuvo una vida llena de aventura, escándalo y viajes que forjaron uno de los mitos más arraigados de la guerra contra los franceses de 1808 a 1814.